sábado, 14 de febrero de 2015

Porque sí. Por San Valentín.

            Qué día es hoy?? Pienso que quien no lo sepa ya anda muy desconectado del mundo... Y no porque no quiera o sea querido, sino porque con toda la propaganda mediática es imposible pasar por alto que hoy es San Valentín, o como prefieren algunos, el Día de los Enamorados. Yo no es que sea muy partidaria de esta celebración consumista, pero sí lo soy de cualquier excusa para celebrar cosas en buena compañía. Y si es con un buen vino y amor, mejor.

        

               Por ello, por los valientes que se lanzan a vivir en el difícil universo del amor, dedico mi post a ellos y a los vinos que transmiten mensajes o sensaciones (incluso sin beberlos!!). Etiquetas únicas, bonitas, con mariposas como las que se sienten en los inicios de los amoríos, con nombres claros, románticos, ñoños o simplemente sinceros, despechados o felices... Todo vale en el amor

Cuánta sabiduría    ^_^ 

          

Besos, muchos besos... Qué sano y divertido es besar!!!

         

Los amantes... Los momentos... Las miradas cómplices... Las pilladas...

   

El Primer Amor, esas primeras sensaciones, pensamientos y deseos. En el momento en que te vi... 


Esos vicios y pecados.

 

Las envidias y deseos.


Las eternas tentaciones, lo prohibido...

                     

Los odios y rencores. Por los despechados.


Los latidos que nos demuestran que estamos vivos.


        

Esas fantásticas mariposas que nos marean y revuelven el estómago, pero que nos hacen sentir mucho. Me encantan.

                    

Por el amor y los besos.

       

             Disfrutad de este día y de todos los demás. Cualquier excusa es buena para compartir, amar y sentir. Y ante la duda, si queréis regalar algo, el vino siempre es una gran opción. O mejor dicho, debería ser "la opción"  ^_^  

               Y que quede claro que las parejas complementan, no hacen persona a uno. Así que elegid bien. Y aprender a disfrutar de la soledad también!!! (es esencial).

Qué grande es Quino!! Buenas noche y buen finde a todos.

martes, 10 de febrero de 2015

Descubriendo el TOKAJ

            Como ya comenté hace unos días, hoy voy a hablar del increíble universo del TOKAJ, denominado así por la región de Hungría donde se produce. Es uno de los vinos que más admiro por su compleja y cuidada forma de elaboración. Un vino naturalmente dulce, y de los pocos dulces que me gusta ya que su dulzor ni empalaga ni cansa. 



           Para empezar, decir que un vino naturalmente dulce es aquel cuyo contenido de alcohol y azúcar residual provienen de la propia uva. En el caso del Tokaj, el elevado contenido en azúcar -debido a la pasificación o deshidratación de la uva- se ve favorecido por la acción de la Botrytis Cinerea. Este hongo aparece en la pruína (la fina capa de cera que recubre las pieles de las uvas), y ataca a los hollejos que se encuentran debilitados por la sobremaduración. La uva, como mecanismo de defensa, genera una enzima llamada Laccasa culpable de muchas de las características organolépticas de los vinos de Tokaj. 


    

             Lo importante para que la acción del hongo sea la correcta es que la baya o uva esté en perfecto estado, sin roturas ni enfermedades. Es por ello que el cuidado de la viña es esencial, así como el trabajo realizado durante la vendimia. Las vendimias se realizan de forma manual y son muy largas, ya que se realiza cepa a cepa, racimo a racimo, escogiendo únicamente los racimos sanos que estén en el momento óptimo de maduración. Se realizan los pases que sean necesarios por cada planta, llegando a recoger una media de 5-10 kg de uvas por día y persona (son rendimientos bajísimos que encarecen el proceso). 



             Me parece preciosa la transformación que sufre la uva, pasando de un color amarillo-verdoso, al dorado, para acabar caoba y arrugada.

             Como no quiero meter demasiado rollo, decir que los suelos de la zona son volcánicos muy ricos en minerales. Las montañas abrigan a las viñas y los ríos -Bodrog y Hernád- provocan las neblinas que favorecerán la Botrytis. Y las variedades de la D.O. son Furmint (la mayoritaria, la reina), Hárslevelu (aporta elegancia y frescos) y el Moscatel de Grano Menudo (el mismo que cultivamos aquí).



          Lo curioso de estos vinos, a parte de su peculiar vendimia, es su proceso de elaboración. En Tokaj existen vinos secos, de vendimia tardía, dulces... Pero las más reconocidos en todo el mundo son los ASZÚ. Estos vinos son los que realmente os sonarán, y son los que van acompañados de la palabra "puttony". 

             Para que un vino pueda ser considerado Aszú debe tener como mínimo 3 putonios. ¿Qué quiere decir esto?. Un puttony o putonio es una medida, es un cesto en el que caben 25 kg de uva botritizada. Como el mínimo es de 3 putonios, serán 75 (3x25) kilos de uva botritizada que se mezclarán con 136 litros de mosto/vino base (el barril de esta medida se llama Gonczi barell) para lograr la máxima extracción de aromas y sabores. 


El famoso Puttony

           Con esto se entiende que cuantos más putonios tenga el vino, mayor concentración de azúcar tendrá:


3 putonios -----60 gr. azúcar/l
4 putonios -----90 gr. azúcar/l
5 putonios -----120 gr. azúcar/l
6 putonios -----150 gr. azúcar/l
Aszú Esencia -----180 gr. azúcar/l  



             Posterior a la fermentación, el vino se cría en barricas (generalmente) de roble húngaro durante un mínimo de 2 años, en cuevas subterráneas cuyas paredes están totalmente cubiertas por otro hongo -Cladosporium Cellae- que también influye en las propiedades de los vinos. La crianza en botella será de mínimo un año.


             *** Y para terminar, la parte más amena, los vinos. Recomendaré los que tuve el placer de catar en Enofusión:




* Szepsy Furmit (Vino joven y seco)
* Hétszölö Tokaji Aszú 5 puttonyos 2008 (Tiene un estilo más moderno)
* Disznókö Tokaji Aszú  5 puttonyos 2007 (Muy fácil de beber)
* Oremus Tokaji Aszú 5 puttonyos 2006 (Esta bodega es de los mismos que Vega Sicilia)
* Patricius Tokaji Aszú 6 puttonyos 2003 (Una de las bodegas más grandes de la zona)
* Szepsy Aszú 6 puttonyos 2007 (Un vinazo, un clasicazo)



           Ojalá os animéis a probarlos algún día. Son maravillosos. Dulzor fino y tremenda acidez a penas perceptible (alguno llegaba a los 12 g/ l de acidez). Se le llama "vinos de meditación", vinos no sólo de postre -es más, de postre prefiero seguir con un buen tinto y algo muy goloso, a poder ser con chocolate ^_^ -, sino para disfrutar, para pasar la tarde, la sobremesa... Son vinos para beber con calma y saborearlos. Así que a disfrutar!!!



miércoles, 4 de febrero de 2015

Chàteau Angélus y EnoFusión

             Esta semana ha tenido lugar en la capital un gran evento gastronómico, MadridFusión, que ha reunido a productores, hosteleros y cocineros de gran prestigio. Pero quiero destacar otro evento paralelo y vinculado, donde se rinde culto al mundo del vino y que tuvo lugar los mismos días y en el mismo sitio: EnoFusión.

             EnoFusión es un punto de encuentro para amantes del vino, apasionados y profesionales con ganas de descubrir, aprender, compartir y hacer negocios. Un evento único donde además de conocer y catar vinos de infinidad de bodegas nacionales, se puede asistir a mesas redondas, charlas y catas especializadas. En esta ocasión tuve el placer de asistir a dos catas de lujo:


La Campanada de Château L'Angélus


              La cata fue dirigida por la enóloga del Château Angélus - aunque también catamos vinos de otras dos bodegas del mismo grupo -. Vinos franceses de la región de Burdeos, elegantes y muy expresivos. En todos domina la variedad Merlot en coupage con Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc (esta última variedad les gusta mucho).

           Un Pomerol fresco, afrutado y muy vivo, La fleur de Boüard 2011. Y cuatro Saint-Emilion de dos bodegas diferentes:  Château Bellevue 2010 (Gran Cru), siendo 99% merlot tiene mucha fruta, frescura y mineralidad; y Cháteau Angélus 2007, 2006 y 2009 (Primer Gran Cru).


        Château Angélus es una bodega histórica, con más de ocho generaciones a sus espaldas, donde cuidan la viña y la bodega con conocimiento y mimo para llegar a la excelencia. Definen sus vinos como vinos con alma, y lo son. Son vinos con mucho color, nariz franca, limpia, muy fina. Destaca el Cabernet Franc con sus aromas a cacao y tostados (variedad que dicen es muy masculina, por ser muy caprichosa  ^_^ ). En boca son elegantes, suaves, con mucho equilibrio entre madera y fruta. El 2009 quizás es el más carnoso y goloso de todos. Todos poseen un tanino muy trabajado, muy dulce. 

        Lo característico de estos vinos y de casi todos los vinos franceses en general, es que son vinos preparados para soportar largas crianzas. Por ejemplo, en la bodega dicen que un Château Angélus 2004 puede aguantar perfectamente hasta el año 2025 (sobreentendiendo que el vino evoluciona constantemente y que con el paso del tiempo ganará o perderá virtudes). 

          * Uno de los temas curiosos que salieron a debatir, era el por qué deben sacarse las añadas a mercado por orden, en vez de en el momento óptimo del vino. Ojo, Ahí dejo algo en que pensar.

        Os recomiendo que si tenéis oportunidad, probéis estos vinos. O cualquier vino francés!! Soy defensora de lo nacional, porque no tenemos nada que envidiar, pero pienso que sí hay cositas que aprender o simplemente disfrutar.


          La segunda cata a la que asistí fue "Por los caminos del Tokaj", pero merece un post entero y exclusivo. Así que en mi próximo post hablaré sobre los vinos húngaros, sobre cómo se elabora el Tokaj, un vino naturalmente dulce con una elaboración peculiar. Vinos en general dulces pero nada empalagosos. A mí me encantan.
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          Y me despido con dos momentazos de la feria. El primero fue cuando disfruté de una botella de Pago de Los Capellanes "Finca el Picón" junto a su propietario Paco Rodero y mi amigo Enrique Calduch, en el stand que la bodega tenía dentro de MadridFusión.






            

             Y el segundo cuando me fui a cenar con el genio Fernando Remírez de Ganuza  y amigos al restaurante navarro La manduca de Azagra. Toda una experiencia gastronómica, enológica (a cargo de la bodega de Fernando) y social. Conversaciones amenas, divertidas, serias. Sobremesas eternas. Estómagos llenos. Un placer.