martes, 21 de julio de 2015

Un vino loco, pero LOCO

El mundo nunca dejará de sorprenderme... Y en parte es algo bueno, no? Porque si no, qué aburrida sería la vida. Por eso hoy nos centraremos en sorpresas, o más bien en locuras sorprendentes.


Hoy en día hay mucho artista dentro del mundo del vino, grandes viticultores y enólogos soñadores. Muchas veces el resultado lo observamos en el propio vino, otras en su envase y etiqueta, y la mejor de las veces en todo el conjunto. 

Pero cierto es que cuando no conoces un vino -como pasa en el amor- lo primero que te atrae es lo que ves. Y es por eso que se está dando tanta importancia a la presentación de un vino: a su botella y etiqueta. Cada vez es más habitual llegar a tiendas de vinos y encontrar llamativas etiquetas con dibujos entre raros y divertidos, con colores, con mensajes... Pero ya sea por rejuvenecer el sector, darle un soplo de aire fresco, rescatar el romanticismo, contar historias o simplemente divertirnos, es algo que me encanta.

            

También todo tiene un límite y hay botellas de vino horrendas (o quizás gente con gustos especiales). Otras que no necesitan lavados de imagen porque han creado una marca con tanto poder que para qué.

En este post quiero hablar de un vino con una presentación única que a muchos encantará y a otros no gustará nada, pero que no dejará indiferente a nadie. Desde luego logra lo pretendido, que es llamar la atención. Y es que LOCO 2013 es una locura de vino


La primera vez que lo vi no me atrajo nada, casi al contrario. Pensé que qué fricada de diseño y en lo poco cómodo que sería para almacenarlo. Con el tiempo mi opinión fue cambiando. Ahora me hace gracia, me parece original, divertido, y comercialmente cumple su función: todo el mundo se fija en él!!

Y cómo no hacerlo!!! La etiqueta (por llamarlo de algún modo) es una camisa de fuerza de tela blanca, con sus cierres de cuero y todo. Ahora se entiende a la perfección el nombre, no?  ^_^ 

           

Pues resulta que el nombre y el envoltorio dan una idea de lo que será después el vino. Un vino exclusivo (a penas 1000 botellas se elaboran de este vino anualmente) de Bodegas Canopy, una de esas jóvenes y atrevidas bodegas que luchan por defender el terruño de la D.O. Méntrida. 

100% garnacha blanca de viñas de más de 65 años de edad, siguiendo una viticultura ecológica. Para obtener este vino tan "loco" se fermenta en barricas de roble francés de 500 litros, con una posterior crianza de 4-6 meses mitad en barricas similares y mitad en depósitos de acero inoxidable.

En cata resulta un vino amarillo pajizo con ribetes más bien dorados, brillante y limpio. En nariz se entremezclan la fruta (orejones, manzana) y los tostados de la madera, con notas de pastelería fina. En boca es carnoso y muy mineral. 

Una bomba de sensaciones. Un vino complejo, diferente, fuera de lo normal. Su precio ronda los 20 euros pero merece la pena probarlo (aunque sea una vez!). Y recordad, si por un tinto lo pagaríais, por qué por un blanco no?? Además, LOCO se fermenta y cría en madera, que es lo que más suele encarecer. Fuera prejuicios!!! Y a disfrutar.